Cada uno de estos cuatro célebres personajes, revistieron la sonoridad de la música cusqueña, adaptándola a las formas académicas. Emplearon sus conocimientos de música para elevar la cultura sonora del Qosqo, incentivando el cusqueñismo, el amor a la tierra. Pese a que esta nominación de “Cuatro Grandes” es una imitación al movimiento nacionalista de Los Cinco de Rusia, nunca llegaron a reunirse con el afán de crear un movimiento similar. Es la historia la que los une en el tiempo. Juan de Dios Aguirre, Francisco Gonzales Gamarra, Roberto Ojeda Campana y Baltazar Zegarra Pezo, los cuatro íconos de nuestra música, los cuatro cusqueñistas, Los Cuatro Grandes de la Música Cusqueña.
Juan de Dios Aguirre Choquecunza
(1879–1963)
Realizo estudios en el Colegio “La Merced” del Cusco; luego en Lima siguió cursos de música bajo la dirección del maestro Lorenzo Castillo. En Arequipa, después, trabajó junto a los maestros Benigno Ballón Farfán y Aurelio Díaz y fue docente en el Colegio “San Pedro Pascual”.
A su regreso al Cusco ejerció el profesorado de música en los colegios: “Educandas”, “Trinitarias”, “La Merced”, y en la Escuela Fiscal N° 741 llamada de K´uichipunco, hoy Centro Educativo Humberto Luna, donde fundó la primera banda escolar de primaria de la que fue su director.
Maestro de capilla de los conventos de La Merced, Santo Domingo y de la Basílica Catedral del Cusco, fue además miembro de la Filarmónica Cusco (1920 – 1920), actuando junto a Ramón Herrera, Leandro Alviña, José Castro, Federico y Francisco Ponce de León, Víctor Villanueva, Carlos Vizcarra, Roberto Ojeda, Baltazar Zegarra Pezo y otros. Pablo Ojeda, en su trabajo titulado “Importancia de la Música Cusqueña” dice lo siguiente del maestro Aguirre: “Laborioso y excelente calígrafo, por encargo del Instituto Americano de Arte preparó un álbum de música cusqueña cuyas obras suyas, de Roberto Ojeda y del folklore. Este trabajo mereció ponderada crítica de consagrados músicos y compositores como Kosselef, Carlos Sánchez Málaga y Rodolfo Holzmann, cuando estuvieron de visita en el Cusco por la década del 50”. También compuso varios cantos religiosos, instrumentaciones para banda y orquesta, obras para piano y canto. Fue profesor de piano, armonio, melodio y contrabajo, fundador del Centro Qosqo de Arte Nativo, de la Sociedad Orquestal Cusco, socio del Instituto Americano de Arte y de otras instituciones culturales.
Juan de Dios Aguirre recibió las siguientes distinciones: Medalla de Oro y pergamino otorgados por la Sociedad Mutua de Empleados, Tarjeta de Oro del Concejo Provincial del Cusco, Club de Leones, Sociedad Pro-Cultura y Universidad del Cusco; un prendedor de oro y otros homenajes con motivo de haber sido declarado uno de los “CUATRO GRANDES DE LA MUSICA DEL CUSCO”.
Es autor de las siguientes obras musicales:
· Qosqo Llacta.
· Apu Inti.
· Munanakuy.
· Atawallpa.
· Malqoy.
· Urupampa.
· Costa y Sierra.
· Saqsaywaman.
· ¡Aywa Qosqo!
· Machupijchu
(Fuente: Antología de la Música Cusqueña Siglos XIX y XX)
Saqsaywaman
Juan de Dios Aguirre Choquecunza considerado uno de los Cuatro Grandes de la Música Cusqueña utiliza para sus obras motivos indígenas, andinos e incas; inspirándose siempre en la cultura milenaria del Tahuantinsuyo. Un claro ejemplo es esta composición. Aguirre Choquecunza para representar la majestuosidad de la fortaleza de Saqsaywaman utiliza dos secciones:
I. Largo.
II. Allegro.
Interpretación: Orquesta de Cámara Cusco
Director: Ricardo Castro Pinto
Qosqo Llacta
En esta obra Juan de Dios Aguirre Choquecunza rinde homenaje a la ciudad imperial del Qosqo. Utiliza una forma A-B-A, insertando melodías indígenas, y a pesar del uso de una armonía sencilla, el contraste de caracteres que guarda este tema crea un ambiente reverencia y majestuosidad.
A: Himno de saludo
B: Danza
Interpretación: Orquesta Sinfónica de la Asociación Pro Lirica del Perú
Director: Armando Guevara Ochoa
Atahuallpa
Composición de Juan de Dios Aguirre con el texto de Luis Ochoa. La obra tiene forma musical al estilo Poema Incaico Musical. Es llamativo su tratamiento de pasajes cromáticos en el piano. Guarda en sí las siguientes partes:
I. Andante moderato, evocativo; y
II: Wayno
Soprano: Margarita Ludeña
Piano: Edgar Valcárcel Arce.
Francisco Gonzales Gamarra
(1890–1972)
Hijo de Tomás Martínez, pintor, y Eufemia Gamarra Saldivar, notable pianista.
Sus primeros estudios los realizó en el Cusco. En 1909 con motivo de haber ganado un concurso nacional para dibujante y caricaturista de la Revista “Variedades”, viaja a Lima donde continúa sus estudios en la Universidad Nacional de San marcos, graduándose de Bachiller en la Facultad de Letras con la tesis titulada “Arte Peruano” (1911).
En 1915 viaja a los Estados Unidos y en las ciudades de Nueva York y Washington realiza exposiciones pictóricas. Al término de la Primera Guerra Mundial pinta las figuras de los más grandes estadistas europeos, obras que fueron publicadas por The New York Tribune de los EE.UU. En 1924 se dirigió a Europa, y en 1927 realizó exposiciones en Paris; recorre Italia como maestro ya nombrado y regresa luego a Norte América. En 1932 vuelve a su tierra natal y funda una Academia de Dibujo y Pintura para, después de tres años de permanencia, regresar a Lima donde funda la Sociedad de Bellas Artes. Pudo entonces ver sus pinturas ya famosas impresas en estampillas y sellos postales. Fue también Director de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima.
Si bien Gonzales Gamarra sobresalió por su notable obra pictórica, hay que reconocer que su tarea musical lo amerita todavía más, convirtiéndolo en uno de nuestros valores representativos. Inspiradas en motivos vernaculares, sus composiciones para piano poseen una expresividad vigorosa y constituyen el mensaje estético de una nostalgia embellecida por su amor al histórico terruño cuyo prestigio supo exaltar, con originalidad y hondura, en páginas que ameritan la presente antología.
Notable pintor y músico fue merecedor de las siguientes distinciones:
-Orden del Sol, otorgada por el Presidente Leguía (1929)
-Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Paris (1927)
-Premio de Honor en la exposición Nacional de Santiago de Chile.
-Premio de Fomento a la Cultura “Ignacio Merino”.
-Premio Nacional de Fomento a la Cultura “Luis Duncker Lavalle” (1950).
-Tarjeta de oro otorgada por el Consejo Provincial del Cusco (1959). Otros homenajes por parte de la Municipalidad, Universidad, Sociedad Mutua de Empleados
Y otras instituciones con motivo de haber sido declarado uno de los Cuatro Grandes de la Música Cusqueña.
Es autor de las siguientes obras musicales:
· Willcamayu.
· Qosqo napaykuykin.
· Sajsa-uma pukara.
· Machupijchu.
· Chuki-llautu.
· Canción N° 1.
· Homenaje a Garcilazo Inca de la Vega
(Fuente: Antología de la Música Cusqueña Siglos XIX y XX)
Qosqo Napaykuykin
“Qosqo mama llaqta Apu Intiq paqarin sapaq Inkan kamachinan napaykuykin… “
“Cusco, Ciudad Madre, Origen del Dios Sol, trono del Inka único yo te saludo…
Francisco Gonzales Gamarra, a pesar de que está incluido dentro de los Cuatro Grandes, de alguna u otra manera su trabajo musical es exento, e interesantemente original. Podríamos considerarlo el más original de los Cuatro. Su trabajo es siempre innovador. Aunque son marcadas las influencias del Impresionismo Europeo en su obra compositiva. En Qosqo Napaykuykin recurre al piano, un coro mixto y a una solista; siendo interesante y novedoso la parte recitada que el coro expresa en la qhaswa.
Interpretada: Magisterial "Cienciana" Lyre
Director: David Rozas Aragón
Solista: Teresa Álvarez
Yaraví Qhaswa
Francisco Gonzales Gamarra uno de los “Cuatro Grandes de la Música Cusqueña” expone en esta obra el mestizaje indígena amalgamando una forma musical pre-hispánica como es el qhaswa y el harawi, que posteriormente se denominaría yaraví (herencia de Mariano Melgar).
La estructura de esta composición es de un A-B-A, formándose un tríptico al repetirse el qhaswa. La introducción es reiterado para cerrar toda la obra, como es el estilo de la escuela cusqueña.
Interpretada: Orquesta Sinfónica Nacional del Perú.
Director: Luis Antonio Meza.
Roberto Ojeda Campana
(1895 – 1983)
Estudio en el Seminario de San Antonio Abad y en la Universidad Nacional de Cusco en las Facultades de Letras y Derecho (1915).
Fue Profesor de Música en los Colegios “Ciencias”, “Las Mercedes” y “Educandas”; en la Sección Normal de la Universidad y en Escuelas Fiscales del Cusco (1925-1963). Componente de la Filarmónica Cusco; profesor de guitarra en la Escuela Regional de Música (1950-1963); fundador y Presidente del Centro Qosqo de Arte Nativo; socio fundador del Instituto Americano de Arte; fundador de la Asociación Orquestal Cusco. Realizó giras artísticas con el Centro Qosqo a las repúblicas de Bolivia, Chile y Argentina.
Recibió las siguientes distinciones: Premio de la Municipalidad de Lima en la Feria de Amancaes. Premio de la Asociación Universitaria del Cusco por el drama “Manco II”; Primer Premio otorgado por el Instituto Americano de Arte por su obra “Danza y Huanca Agrícola”; diplomas de honor del Concejo Provincial del Cusco por su labor educacional; Palmas magisteriales del Perú, otorgado por el Ministerio de Educación Pública (1960); Tarjeta de Oro de la Municipalidad del Cusco; Medalla de Oro y pergamino de la Universidad; Pergamino de la Sociedad Mutua de Empleados; Diplomas de Honor de Radio Cusco, Rotary Club y Club de Leones Cusco, y otros, con motivo de haber sido declarado uno de los “Cuatro Grandes de la Música Cusqueña”.
Es autor de las siguientes obras musicales:
El prisionero.
Wifala.
No me olvides.
Danza de la honda.
Flor Andina.
Lejos de ti.
Awaqkuna.
La siembra.
Inti Raymi.
Recuerdos de viaje.
Cusqueñita.
Danza de la flecha.
Tejedoras.
Himno al Cusco.
Danza Sagrada.
Danza del Quero.
Danza Agrícola.
Mi Cusco.
Adiós.
·A ella.
Compuso además suites y danzas típicas cusqueñas; una colección de canciones escolares; transcripciones y composiciones para guitarra y otras obras justamente celebradas.
Entre 1963 a 1972 radicó en Lima. De regreso a Cusco compuso:
· Tres cantos a Túpac Amaru.
· Apu Gigante.
· Micaela Bastidas.
· Linda Cusqueñita.
Y recopiló música local para cuadros costumbristas como el “Cruz Velacuy”; “La feria de Pisac”; Hijos del Sol”, etc.
(Fuente: Antología de la Música Cusqueña Siglos XIX y XX)
No me olvides
Roberto Ojeda Campana recopila esta tradicional marinera y le hace un arreglo, al igual que “Lejos de ti”.
Consta de un “Paseo” en el que la marinera deslumbra con sus melodías ceremoniales y tranquilas, y de un “Zapateo” de mayor brío y exaltación al estilo del Wayno Cusqueño.
Es resaltante la cadenza que ejecuta el fagot a manera de interludio entre la marinera y su “remate” de Wayno.
Interpretación: Orquesta Sinfónica Nacional del Perú / Director: Luis Antonio Meza
Lejos de ti
Lejos de ti es un arreglo de Roberto Ojeda Campana, donde la marinera cusqueña hace gala de la alegría, el vigor, y la dulzura que la caracteriza. Como es propio de la marinera del Cusco, esta pieza concluye con una fuga de Wayno.
Roberto Ojeda Campana plasma en esta obra, la labor agrícola y el trabajo indígena, utilizando la Huanca y el Pastoril de origen pre hispánico.
Los violines aperturan esta composición en un exordio a la sosegada melodía de la soprano.
El ritmo de se hace cada vez mas vigoroso, evocando la alegría del trabajo de los antiguos cusqueños. Concluye con un wayno de celebración.
Esta composición de Roberto Ojeda Campana, está inspirada en una danza Majeño, que el compositor usa como motivo principal, y haciéndole diversas melodías a manera de variaciones, las cuales progresan en motivos cada vez más vigorosos hasta finalizar todo el tema en un allegro de júbilo y exaltación.
Interpretación: Orquesta Sinfónica Nacional del Perú. / Director: Luis Antonio Meza. Versión Orquestal: Armando Guevara Ochoa.
Inti Raymi
En el incanato, el Inti Raymi (fiesta del Sol) era el mas importante de los cuatro festivales celebrados en el Cusco. Esta ceremonia era practicada por los Incas cada solsticio de invierno en los Andes. Para los Incas, precisamente, el invierno significaba la ausencia de su Dios Inti, y con este rito buscaban la permanencia del Sol. Esta ceremonia ancestral se celebra hasta hoy cada 24 de Junio. Y a manera de homenaje, Roberto Ojeda Campana compone todo un cuadro sonoro, plasmando en la partitura de esta obra, la fiesta del Inti Raymi.
El tema inicia con una breve introducción donde las flautas imitan el canto de las aves al amanecer. El tempo se sucede de forma moderada, tranquila, como una ofrenda, una veneración al astro Sol, en donde los instrumentos de cuerdas y las flautas predominan. Luego de un solemne anuncio, se sucede un tempo más enérgico y festivo, en una danza de celebración y júbilo que conduce al final de la obra.
Comprende de las siguientes partes:
I: Preludio.
II: Himno al Sol.
III: Qhaswa:
Interpretación: Orquesta Sinfónica de la Asociación Pro Lirica del Perú / Director: Armando Guevara Ochoa.
Flor Andina
Uno de los trabajos mejor logrados de este grande de la música cusqueña. Roberto Ojeda Campana muestra con gran nivel, su expresividad en las bellas melodías andinas que hacen de esta una singular pieza musical.
El arreglo y la impecable interpretación de este tema, pertenece a Omar Vargas L.
Baltazar Zegarra Pezo
(1897-1968)
Estudió música con el profesor Marco Bello entre 1914 y 19171 en los colegios Guadalupe y Salesianos de Lima. Fue alumno de la Escuela Militar de Chorrillos de donde egresó con el de Sargento Primero (1919 – 1922).
Profesor de los colegios San Luis de Gonzaga de Condesuyos (Arequipa), (1922-1923); Colegio Nacional de Ciencias (1925-1927), San Francisco del Cusco (1959-1960); profesor del Magisterio Primario (1949-1963) y de la Escuela Regional de Música “Leandro Alviña Miranda” donde fue director interino en 1966. Integrante del Conjunto de Arte Nativo que representó al Cusco en la Feria de Amancaes de Lima de 1928. Ayudante de la Prefectura de Apurimac. Director Vitalicio del Centro Qosqo de Arte Nativo (1932); Director del Conjunto de la Corporación de Turismo del Cusco (1949); Conservador del Folklore del Sur del Perú (1945-1948); Presidente de la Asociación de Autores y Compositores del Perú (APDAYC – Cusco 1962); fundador del Club Cusco en Lima (1945); miembro de la Sociedad Orquestal Cusco y del Sindicato Provincial de Maestros Primarios. Autor de muchísimas composiciones popularizadas en el país y en el extranjero. Realizó más de 290 captaciones folklóricas armonizadas, tarea que solía realizar con gran facilidad.
Con motivo de haber sido declarado uno de los “Cuatro Grandes de la Música Cusqueña” (1959), fue distinguido con Medalla de Oro por el Concejo Provincial del Cusco, Sociedad Mutua de Empleados y Universidad Nacional del Cusco. Gran ejecutante del saxofón, recibió numerosos pergaminos y diplomas de honor de diferentes institucionales culturales por su desempeño docente y musical, habiendo sido honrado por el mismo Presidente del Perú Dr. Manuel Prado Ugarteche.
Músico compositor de fecunda vena lirica, supo interpretar en sus obras de frescas inspiración popular, el espíritu mestizo cusqueño de su tiempo con gran belleza, ternura y con gran belleza, ternura y con el más celebrado y personalisímo estilo.
Sus principales obras son:
P´unchaynikipi.
Ensayo de Ballet.
Al despertar.
Fue un sueño.
Corpus del Cusco.
Caballito de totora.
Machupijchu.
Tres motivos.
Ch´aska ñawi.
Tarde triste.
Sapallaykipaq.
Recuerdos del Cusco.
Qosqo napaykuna.
(Fuente: Antología de la Música Cusqueña Siglos XIX y XX)
Fue un sueño
Ejemplar Yaraví de carácter nostálgico y de belleza sin igual. Su melancólica melodía guarda una agradable paz. Le sigue un wayno que se complementa de forma admirable; podría decirse que Baltazar Zegarra dibujó, con este wayno, una sonrisa que cierra la obra sin dañar su aire de Yaraví.
Interpretación: Orquesta de Cámara Cusco / Director: Ricardo Castro Pinto
Ensayo de Ballet
“Fantasía” de Baltazar Zegarra. Esta singular composición muestra un despliegue de inspiración sosegada, pacifica que en el transcurso irá evolucionando a movimientos más alegres y vigorosos. Consta de las siguientes partes:
I: Largo.
II: Andante.
III: Moderato.
IV: Andante.
V: Allegro (Qhaswa).
Interpretación: Orquesta Sinfónica de la Asociación Pro Lirica del Perú / Director: Armando Guevara Ochoa
Al Despertar
Emotivo Yaraví (canción mestiza derivada de los antiguos Harawis indígenas) cuya música refleja un hondo sentimiento que sólo un grande como Baltazar Zegarra pudo plasmar. Por los trabajos que él nos dejó en este género y por la calidad de estos mismos, podríamos afirmar que es el padre del Yaraví mestizo. He aquí el claro ejemplo.
Interpretación: Omar Vargas
Punchaynikipi
Esta es, probablemente la obra que más se interpreta y se escucha de Baltazar Zegarra ya que su temática es de celebrar el natalicio. Comienza con un wayno a manera de introducción (esta introducción cerrará la obra, un rasgo propio de la música Cusqueña), a este le sigue un vals, “vals característico” (forma que el mismo autor creó) y una variedad de bellos motivos musicales.
Interpretación: Lira Magisterial Cienciana / Director: David Rozas Aragón
Una promesa (tres motivos)
Esta composición de Baltazar Zegarra se presenta estructurada en tres partes, siendo catalogada como suite andina (a esto se debe que se le conozca, también, con el nombre de “Tres Motivos”). En dichas partes está presente la alegría, el sentimiento y el ímpetu del compositor:
I: Marinera.
II: Yaraví.
III: Wayno.
Interpretación: Orquesta Sinfónica Nacional del Perú / Director: Luis Antonio Meza
Corpus del Cusco
Suite andina, considerada la más grande obra de Baltazar Zegarra Pezo. En esta partitura, este grande de la música cusqueña plasma una costumbre típica de la ciudad del Cusco, el afamado Corpus Christi, describiendo en cada parte de esta obra cada momento de esta fiesta, desde la procesión hasta el festejo de los parroquianos. La obra consta de 6 partes:
I: Diana, allegro.
II: Allegro assai.
III: Andante (solemne marcha religiosa de la procesión)
IV: Allegro
V: Marinera
VI: Huayno
Interpreta: Orquesta Sinfónica Juvenil del Cusco Adaptación y Dirección Musical: Theo Tupayachi Calderón
«…mas queda el indio, pues trescientos a cuatrocientos años de crueldades no han logrado exterminarle; ¡el “infame” se encapricha en vivir!» Manuel González Prada, Nuestros indios , II (1904). El imperio Inca, elitista, no educó a los tawantinsuyurunas (indígenas) para afrontar, por sí mismos, hechos de trascendencia social e histórica. Los indios siempre dependieron de un líder y de sus creencias. «La organización colectivista, regida por los Inkas, había enervado en los indios el impulso individual; pero había desarrollado extraordinariamente en ellos, en provecho de este régimen económico, el hábito de una humilde y religiosa obediencia a su deber social» (José Carlos Mariátegui, 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana , Esquema de la evolución económica , I); de esta obediencia y docilidad, se aprovechó el español en los tiempos de la Conquista. Si antes el indio celebraba su arduo trabajo, cumplía con los deberes que el Inca asignaba y lo hacía con júbilo
1 Quiero responder las preguntas: ¿Qué es cultura? ¿Qué abarca? ¿A quiénes está dirigido, quiénes pueden hacer uso de ella? ¿Quiénes son cultos? Luego podré sacar conclusiones y contestar una pregunta final: ¿Los hombres cultos son superiores a los incultos? Mientras no se entienda estas preguntas y no se contesten, toda afirmación será prejuicio. 2 Remontándonos a los orígenes de la palabra, «cultura», debemos entenderla como: «colere» que significa: cultivo. Así se emplea en cuestiones como: agricultura, apicultura, etcétera. Éste es su significado directo: cultura: cultivo: cuidado y mantenimiento de una cosa para que ésta sea fructífera. Este vocablo ha sido empleado, por vez primera, desde un sentido subjetivo, por Marco Tulio Cicerón. En su obra «Disputaciones Tusculanas» ha escrito: “Cultura animi philosophia est”, que significa: La filosofía es el cultivo del alma. Cicerón ya está extendiendo el uso del vocablo «colere» al aspecto intelectual y espiritua
Comentarios
Publicar un comentario